1902.-Emil Fischer .-Síntesis de Azúcares y Purinas.-Barbitúricos
Por un lado, sin ser tan brillante en el aspecto teórico como el experimental, Fischer era capaz de diseñar experimentos que probasen o refutasen una hipótesis con gran agudeza, y de extraer conclusiones lógicas a partir de ideas ya demostradas — muchas y buenas conclusiones. De modo que, como veremos dentro de un momento, gran parte de su carrera se basó en seguir caminos de descubrimientos basándose en otros anteriores también suyos, con lo que produjo una verdadera “cascada” de descubrimientos científicos a lo largo de su vida.
Esta “cascada de descubrimientos” que le proporcionaron el Nobel (y a todos nosotros un avance en la química orgánica sin precedentes) tuvo su fuente en 1875, cuando Fischer tenía tan sólo 23 años. Por aquel entonces, el químico trabajaba bajo su mentor, el también genial Adolf von Baeyer, del que hablaremos dentro de un par de entradas de la serie ya que también recibió un Premio Nobel por su trabajo en química orgánica. Fischer descubrió el primer miembro de un grupo, las hidracinas, denominado fenilhidracina (C6H5NHNH2)
En 1903, Mering y Fischer sintetizaron el dietilbarbitúrico (también conocido con los nombres de barbital o veronal), primer compuesto de acción lenta derivado del ácido barbitúrico. Con ello Fischer creó una clase totalmente nueva de medicamentos, los barbitúricos. Desde entonces se han logrado multitud de variantes de acción rápida y duradera, que han permitido el desarrollo de numerosas aplicaciones farmacológicas, como anestésicos, ansiolíticos, sedantes, anticombulsivos y como potenciadores de la acción de otros fármacos (analgésicos, antigripales, tranquilizanteS
Sus principales estudios corresponden a la estructura molecular de diversas moléculas bioquímicas, especialmente los azúcares. En 1876 descubrió la fenilhidracina, compuesto que le sería muy útil posteriormente y que le provocó un eczema crónico. Su trabajo supuso una ordenación de la química de los hidratos de carbono, en parte gracias al empleo de fenilhidracina. Esta investigación proporcionó la síntesis de una serie de azúcares; su mayor éxito fue la síntesis de la glucosa, de la fructosa y de la manosa en 1890.
Sus estudios sobre glucósidos y taninos son de gran calidad. En 1899 comenzó a trabajar con los péptidos y las proteínas (especialmente la albúmina). Fue Fischer quien vio con claridad su naturaleza común como polipéptidos lineales derivados de los aminoácidos, quien estableció los principios para su síntesis, y quien obtuvo un octadecapéptido, formado por 15 glicinas y 3 residuos de leucina. Previamente había sido el primero en sintetizar, junto a Forneau, el dipéptido glicina-glicina, y publicó un trabajo sobre la hidrólisis de la caseína. Utilizando los métodos de separación e identificación de aminoácidos descubrió un nuevo tipo de ellos, los aminoácidos cíclicos: prolina y oxiprolina. Todos estos trabajos llevaron a una mejor comprensión de las proteínas y constituyeron la base para posteriores estudios
Además, descubrió la composición de múltiples sustancias relacionadas con el ácido úrico, la cafeína y la teobromina; una de ellas fueron las purinas, en 1884, dos de las cuales (guanina y adenina) forman parte de la estructura de los ácidos nucleicos. En Erlangen, Fischer estudió y sintetizó los principios activos del té, del café y del cacao (especialmente cafeína y teobromina). Consiguió sintetizar las purinas en 1898.
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